El Maestro Montaño.

Ernesto Gómez Pananá


Hace un par de semanas, mi amigo, el maestrazo Hugo Montaño me obsequió sus libros “Billy Jean no es mi amante” y “A dos de tres caídas sin límite de textos”.

Pude terminar de leerlos el fin de semana pasado y son, como era de suponerse, textos cumplidores: crudos, divertidos, cultos y concretos. Directos. Se leen y se digieren amablemente.

Destaco algunos (sin espoilear como dirían los milennials):

En “Historia del arte”, Hugo da cuenta de unos damnificados del cristianismo muy curiosos respecto del por qué de su castigo; cuando nos relata de “Johny be good”, me sembró la duda de quién habrá sido la inspiración de su relato. Creo adivinar, no lo sé de cierto, solo lo supongo.


Pero además, el Máster Montaño nos ofrece dos microrrelatos delirantes sobres dos de mis personajes favoritos: Dalí y Van Gogh

En los tres “Secretos de amor”, más allá del relato sabroso, lo que me queda también en duda es si el morocho del que se habla es el primo de su amigo o solo un personaje imaginario.

Sobra también decir que lo mejor de todo fue el fantástico término “amigolosa”. Desde ya lo aplico.

De “A dos de tres caídas sin límite de textos” destacó: El último ciudadano, con el cosmonauta Serguéi, su hazaña, su anonimato y su tremenda soledad.

En “Bugatti”, vaya forma de darle uso involuntario a una mascada. Inesperado y trágico. Rudo.

Cierro con su relato de la infancia de Einstein, donde descubro que si bien puede que el Maestor Hugo no sea fanático de los diarios, pero sí de las biografías.

Felicidades. Muy recomendables ambos.Gracias. 







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